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Una reseña de "Miedo de ser escarcha"




Miguel Ángel Rivero Gómez escribe sobre Miedo de ser escarcha en el número más reciente de la revista de poesía Nayagua. Aquí os reproducimos la reseña:


Miedo de ser escarcha
David Eloy Rodríguez
Mérida, Editora Regional de Extremadura, 2012


Decía Octavio Paz que “el poema no aspira ya a decir sino a ser”, entendiendo así el acto de nombrar desde la poesía como una dotación de sentido, como revelación, como aparición primera. Por esas veredas transita la obra de David Eloy Rodríguez (Cáceres, 1976) en sus seis libros de poesía publicados hasta la fecha. Desde una poesía que es rebelión ante el orden social, estético y lingüístico pactado, y que encarna en la palabra una toma de posición comprometida con los conflictos de su tiempo, en la obra de David Eloy Rodríguez cobran vida ciudades, campos, caminos, amores vivos y amores rotos, asombros, heridas, indecisiones, miedos, deseos, mudanzas, veredictos carnales, azahares, mariposas, criaturas, traiciones, brindis, puentes y orillas. Las palabras se convierten en materia, en cuerpo, y viven, respiran, comunican, trascienden. Las palabras son. Las palabras hacen.

Miedo de ser escarcha recibió el Premio Internacional de Poesía Surcos en el año 2000 y se publicó entonces por Qüasyeditorial, convirtiéndose con el tiempo en un libro de culto. Hoy, gracias a la encomiable labor de la Editora Regional de Extremadura, vuelve a publicarse en una edición actualizada y revisada por el autor, con poemas añadidos y otros transformados. Como dice el poeta en la nota introductoria: “Este es el mismo libro. Este es un nuevo libro”.

Miedo de ser escarcha sigue contándonos con sabiduría de los miedos y del deseo, aspirando a la revivificación de las palabras: “palabras como espacios condenados / que debemos resucitar”. Y sigue aportando su certera, lúcida, mirada sobre el mundo: “Cuando nacimos / ya habían traducido el mundo / en un lenguaje equivocado”. Y es que su poesía es necesaria, más que nunca, en este “tiempo de perros”, “en el tiempo de la asfixia”: “Faltan palabras nuevas para este tiempo mudo”. Belleza. Precisión. Pasión. Palabras con el peso y el poso de la experiencia. 

Poesía que aporta algo nuevo en cada lectura. Eso es lo que nos brinda Miedo de ser escarcha, una celebración de la palabra y de la vida. Su lectura de buen seguro nos dará alas, nos dará aliento, a nosotros, los “fugitivos que escapan de la jauría / hacia el país del mismo idioma”.


                                Miguel Ángel Rivero Gómez